VIERNES SANTO, la comida típica por antonomasia por lo menos en mi familia es el potaje de vigilia. Evidentemente ese día en mi casa no se come otra cosa. Normalmente tengo invitados y aunque yo no sigo lo de no comer carne ese día, siempre prepara potaje. Este año me salió especialmente bueno. Hasta mi tío Jaime, al que no le gusta el potaje, lo comió y se acabó el plato, por lo que os hago seguir la receta familiar.
Ingredientes para 4 personas
Un manojo de espinacas
300 gr. de garbanzos
4 huevos
Bacalao salado
3 ó 4 dientes de ajos
Un puñado de almendras
Pimentón
Colorante
Pon los garbanzos en remojo el día anterior.
En una olla a presión pon agua a calentar, cuando esté caliente añade los garbanzos, pon un poco de sal ( no mucho porque despues se le añade bacalao ) y colorante. Tápalo y una vez empiece a salir el vapor ponle la pesa y cuenta unos 45 minutos.
Por otra parte lava las hojas de las espinacas y ponlas en un bol de cristal, mételas en el microondas y dale 4-5 minutos para que se hagan.
En un cazo cuece los huevos.
En un mortero pon los ajos pelados y troceados, las almendras troceadas y machácalo bien hasta que quede una pasta. Cuando lo tengas bien machacado pon en una sartén un poco de aceite y cuando esté caliente añádele el majado, cuando está frito ponle una cucharada de pimentón , muévelo y retíralo del fuego antes de que se queme para que no amargue. Reserva
Coge una cazuela, pon los garbanzos una ves estén cocidos, añade las espinacas hechas en el microondas y troceadas, trocea los huevos cocidos y añádelos. Ponle caldo de haber cocido los garbanzos , que no esté espeso pero tampoco muy caldoso, pon el majado que tenías reservado y añade el bacalao desmigado y aclarado con agua para quitarle el exceso de sal. Déjalo cocer unos 15 minutos y rectifica de sal.
Este plato está mejor si ha reposado antes o si lo haces de un día para otro.
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